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Artículos
atrasados relacionados con la Semana de la Tierra pinchando en la
bola del mundo que gira en la pagina principal de la Web de
Conciencia Planetaria
La semana pasada hemos iniciado
un programa de siete semanas dedicado al Planeta Tierra. Lo
llamamos "SEMANA DE LA TIERRA".
Cada Lunes a las 00:00 colgaremos
en la Web un video y un PowerPoint relacionado con el tema del
programa que puedes ver en la sección "NOTICIAS" de la
Web.
Publicaremos vuestros artículos y
opiniones relacionados con el tema de la semana en un
monográfico y en la sección "ARTÍCULOS" de la Web de Conciencia
Planetaria. Os invitamos a
participar.
Ya podéis disfrutar del PowerPoint
y del Video relacionado con EL CAMBIO
CLIMÁTICO.
Un Abrazo
Planetario.
A las 13 horas de cada pais envia pensamientos de PAZ y
FELICIDAD al corazón de los hombres de la
Tierra
SEMANA DE LA TIERRA
ESTRUCTURA VERDADERA DE NUESTRO PLANETA y
IV
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EL LIBRO DE MARSHALL B. GARDNER: AJOURNEY TO THE
EARTH?S INTERIOR OR HAVE THE POLES REALLY BEEN
DISCOVERED?
Marshall B. Gardner pasó veinte años
investigando los informes de los exploradores árticos, con el
suplemento de evidencia astronómica, antes de publicar su libro A
Journey to the Earth?s Interior or Have the Poles Really Been
Discovered? (Un viaje al interior de la Tierra o ¿fueron de veras
descubiertos los polos?) Parecía no tener conocimiento del libro y
la teoría de Reed, por lo tanto, ambos desarrollaron sus teorías en
forma independiente. La gran contribución de Gardner consiste en la
teoría de un sol central, que es causa de la temperatura más elevada
en la región del orificio polar y la aurora boreal, fenómeno que
Reed atribuyó a erupciones volcánicas. Un sol central como fuente de
calor y luz hace posible la existencia de vida animal y plantas,
además de vida humana en el interior de la tierra. Reed consideraba
esto un hecho, pero no pudo encontrar una explicación para ello de
acuerdo a su teoría. Esto se debe a que no incluía un sol central
como fuente de luz; por supuesto, sin ello no podía haber
vida.
Gardner también sostiene, y en su
libro presenta evidencia astronómica que lo prueba, que no sólo la
Tierra, sino todos los planetas del sistema solar, tienen interiores
huecos y soles centrales. Dice que su formación original se debió a
una nebulosa que giraba. Como resultado de la fuerza centrífuga de
la rotación durante su formación, cuando aún estaban en estado de
fusión los elementos que lo constituían fueron arrojados hacia
afuera, para formar una corteza sólida en la superficie externa de
cada planeta, dejando hueco el interior. Además, debido a la fuerza
de la rotación y el movimiento por el espacio se produjo la
formación de aberturas en las extremidades polares.
¿Por qué hay tan pocos ejemplares de
los libros de Reed y Gardner en venta y en bibliotecas? Porque
prueban que existe en el interior de la tierra una gran área no
documentada en mapas, tal vez mayor que la superficie terrestre. Por
supuesto el gobierno que conociera esto tendría la ambición de ser
el primero en descubrir este territorio y reclamarlo como propio.
Por esta razón, haría grandes esfuerzos por mantenerlo en secreto,
con el propósito de que ningún otro lo hiciera antes. El gobierno de
los Estados Unidos fue el primero en tener información al respecto
por la visita del Almirante Byrd, que voló 2.740 kilómetros en esta
?tierra misteriosa más allá del polo? ?que no aparece en ningún
mapa? y vio montañas, bosques, vegetación, ríos, lagos y animales
allí. Resulta evidente que la razón para mantenerlos ocultos y
promover el olvido de estos dos escritores es guardar el
secreto.
EVIDENCIA
DE EXPLORACIONES DEL ÁRTICO
El libro de Gardner tiene 450 páginas,
con una bibliografía de cincuenta libros sobre exploración del
Ártico en su mayoría. Gardner sostiene que la tierra es un armazón
hueco con una corteza de 1.300 kilómetros de espesor, con una
abertura en el extremo polar de aproximadamente 2.260 kilómetros de
ancho. Afirma que el mamut proviene del interior y aún vive allí, y
que los inmensos animales tropicales hallados congelados en el hielo
en la región polar no eran prehistóricos, sino animales del
interior, que fueron congelados al alcanzar la superficie. Para
apoyar la teoría de un sol central en el interior de la tierra,
Gardner señala que las aves y los animales emigran al norte en
invierno en busca de un clima más cálido. También destaca que cuando
los exploradores siguen más allá de los 80 grados de latitud norte,
encuentran que el agua tiene una temperatura más elevada debido a
corrientes cálidas que provienen de la región polar y que el aire
también se vuelve más cálido debido a vientos cálidos del norte.
Esta también es la razón del mar libre de hielo en el lejano norte,
y del hallazgo de polen de colores en los icebergs y los glaciares y
troncos y otros restos vegetales arrastrados a las costas por las
corrientes cálidas del norte. Gardner resume la evidencia a favor de
su teoría de una tierra hueca con dos aberturas polares y un sol
central de la siguiente manera: ?¿Cómo explican los científicos que
la temperatura baja hasta determinado punto en el norte, para luego
volverse más cálida más allá? ¿Cómo explican que la fuente de ese
calor no provenga del sur, sino de una serie de corrientes y vientos
cálidos del norte, que se suponía era una tierra de hielo sólido?
¿De dónde vienen estas corrientes? Tendrían que proceder de un mar
abierto. ¿Por qué hay mar templado y abierto en los sitios donde los
científicos esperan encontrar hielo eterno? ¿De dónde viene el agua
templada? ¿Por qué encuentran los exploradores los inhospitalarios
témpanos acantilados cubiertos en gran parte con el polen rojo de
una planta desconocida? ¿Por qué ven semillas de plantas tropicales,
que no se encuentran más al sur, flotando en estas aguas? ¿Cómo
llegan ahí troncos y ramas de árboles, a veces con capullos frescos?
¿Por qué las regiones del norte de Groenlandia son el habitat más
amplio del mundo de los mosquitos, un insecto que sólo se encuentra
en territorios cálidos? ¿Cómo pueden llegar allí si vienen del sur?
¿A dónde van todos los zorros y las liebres que se ven camino al
norte en Groenlandia? ¿A dónde fueron los osos? ¿Es posible que
criaturas tan grandes como los osos pudieran encontrar su
subsistencia en llanuras de hielo interminable? ¿Cómo explican los
científicos que casi todos los exploradores competentes, desde los
primeros hasta Nansen, han admitido que al llegar al lejano norte se
comprobaba el fracaso de todas las teorías sobre lo que debía
encontrarse y también fallaban los métodos para determinar dónde
estaban situados? ¿Cómo explican las palabras de Nansen que ya
citamos, que muestran que estaba completamente perdido en la región
ártica? ¿Cómo dan cuenta de la emigración de las aves que aparecen
en Inglaterra y en otros países en otra época del año y desaparecen
en el invierno? ¿Qué dicen acerca de que ni Peary ni Cook pudieron
probar que habían llegado al Polo Norte? Aunque supongamos que ambos
actuaron de buena fe, ¿no resulta evidente que los dos estaban
perdidos? ¿Qué otra explicación hay de las discrepancias en el texto
de Peary? El lector se preguntará por qué Peary no descubrió el
inmenso orificio en la extremidad polar de la tierra si estaba allí.
La respuesta es sencilla y se aclara con otra pregunta: ¿por qué el
hombre no descubrió, al mirar a su alrededor, que vivía en la
superficie de una esfera inmensa? ¿por qué el hombre creyó durante
siglos que la tierra era plana? La razón es que la esfera es tan
grande que no podía ver la curva. Resultaba tan natural la idea de
poder moverse por toda la superficie, hasta que los científicos le
hablaron de la esfera y él comenzó a preguntarse por qué no se caía
por el borde, o bien, desde el punto de vista de los que vivían en
el hemisferio norte, ¿por qué no se caían los australianos (puesto
que no se tenía noción del concepto de gravedad)? Lo mismo es verdad
en el caso de los exploradores polares. Navegan hasta el borde
externo de la abertura polar, pero esta abertura es tan grande ?si
tomamos en cuenta que la corteza terrestre tiene 1300 kilómetros de
espesor? que la curva descendente del borde no se hace perceptible
para ellos. Su diámetro es tan amplio ?alrededor de 2.250
kilómetros? que el otro lado no les resulta visible. Por lo tanto,
si un explorador siguiera el trayecto suficientemente, podría pasar
el borde, cruzar los océanos del mundo interior y salir por el
orificio antártico. Lo único que le indicaría lo que está ocurriendo
es que vería un sol de menor tamaño al que él está acostumbrado a
ver, aunque podría parecerle más grande debido a la cercanía. No
podría hacer observaciones con respecto a las estrellas porque no
habría estrellas ni noche para verlas.
El lector preguntará: ?¿la fuerza de
gravedad no alejaría al explorador que entró por el orificio de la
superficie y lo atraería hacia el sol??. La respuesta es que no
importa la posición geométrica para la atracción gravitacional. La
palabra ?centro?, en el sentido geométrico, no se aplica en este
caso. La masa es lo que atrae. Si la gran masa de la tierra está en
la gruesa corteza, será la masa de esa corteza lo que atraerá, no un
mero punto geométrico que ni siquiera está en la corteza, sino a
4.700 kilómetros de distancia, que es la distancia aproximada entre
el sol central y la superficie interna de la tierra. En realidad, es
la distribución igualitaria de la fuerza de gravedad en toda la
corteza que mantiene al sol suspendido en un punto equidistante de
todos los puntos de la corteza. Al estar del lado de afuera, la masa
de la corteza nos atrae a la superficie. Cuando pasamos al interior,
esa misma fuerza nos mantendrá de pie en la superficie interna.
Veremos todo esto cuando exploremos el Ártico en detalle, como
podremos hacer con facilidad con la ayuda de aeronaves. Una vez que
lo hayamos visto, nos preguntaremos por qué estuvimos ciegos durante
tanto tiempo ante la evidencia que hemos tenido por casi un siglo o
más, como se demuestra en este libro.?
Veintisiete años después de que
Gardner escribió esto, el Almirante Byrd llevó a cabo exactamente lo
que él esperaba que se hiciera: voló 2.740 kilómetros en avión
dentro, más allá de la abertura polar y llegó a una tierra de
árboles, como la que Gardner creía que existiría allí, que además
era de clima cálido, como prueban los ríos, lagos, la vegetación y
la vida animal que observó. Gardner escribe: ?Que el toro almizcleño
no es el único animal que se encuentra en un sitio donde menos
esperamos verlo resulta evidente por una entrada en el diario de
Hayes. Cuando él se encontraba a una latitud de 78 grados, 17
minutos, en los primeros días de julio, dijo: ?Capturé una mariposa
de alas amarillas y ?quién lo creería? un mosquito; también, diez
polillas, tres arañas, dos abejas y dos moscas?.?
Dado que estos insectos no se
encuentran más al sur, sino hielo y nieve, la única
explicación que Gardner podía ofrecer acerca de su origen es que
provenían del interior de la tierra. Las observaciones de Hayes
sobre la presencia de insectos en el extremo norte fueron
confirmadas por Greely en su libro Three Years of Arctic Service
(Tres años de servicio en el Ártico), que describe sus observaciones
en la zona, comenzadas en 1881. En el prólogo, nos cuenta que las
maravillas de la regiones árticas son tantas que se vio obligado a
modificar las notas que tomó en el momento, para disminuir la
sospecha, que pudiera tener alguno, de que exageraba. Por cierto,
resulta llamativo que las regiones árticas estén tan llenas de vida
que un explorador no pueda describirlas sin causar sospecha de
exageración, sobre todo si estos territorios son sólo extensiones
vacías de hielos eternos, como afirman las teorías
geográficas.
Greely informó que había aves de
especies desconocidas, mariposas, moscas y temperaturas alrededor de
los 10 grados centígrados, además de suficiente madera de sauce para
hacer fuego y madera flotante. Halló dos clases de flores diferentes
de cualquiera que hubiera visto antes.
En muchas páginas de evidencia
astronómica, Gardner habla de las luces brillantes de la capa polar
de Marte, Venus y Mercurio. Concluye que estos planetas tienen soles
centrales y aberturas polares. Sostiene que lo mismo sucede con la
tierra y que la aurora boreal es el resultado de la proyección de
los rayos del sol central que pasan por la abertura polar, en el
cielo nocturno. Resume la evidencia a favor de su teoría de la
siguiente manera: ?A medida que los exploradores van más al norte de
la latitud de 80 grados, ven que el agua ?en vez de enfriarse en
proporción a como se había enfriado hasta ese momento desde que
dejaron la zona templada? comienza a volverse más cálida. También
notan que esta tibieza que viene del norte, supuestamente congelado,
es una corriente cálida de las regiones polares. Por otra parte, ven
las aves y los animales que migran al norte para alimentarse y
reproducirse, en vez de ir hacia el sur. Cuando llegan a latitudes
muy altas, encuentran una riqueza mayor de animales y vegetales que
la que existe en latitudes menores de las regiones árticas y
subárticas. A medida que navegan hacia las regiones del norte,
desparramado en los icebergs y los glaciares, hallan el polen
colorado de plantas que crecen... ¿dónde? Solo es posible que sea en
el interior del planeta. También encuentran troncos y desechos de la
tierra que arrastran estas corrientes cálidas. En el capítulo sobre
el mamut y el mastodonte, presentaremos evidencia que demuestre que
el mamut aún vive en el interior de la tierra; hasta exhibiremos
caso tras caso en que mamuts han flotado desde allí hacia afuera,
encastrados en glaciares y icebergs ?congelados en grietas en el
interior, cerca de las aberturas polares?, fueron finalmente
llevados por el movimiento glaciar hasta Siberia.?
Además de la madera flotante hallada
en el extremo norte, cuyo origen ?de acuerdo a Gardner? sólo puede
ser el interior de la tierra, se encuentran árboles y capullos
verdes en los océanos árticos. También hay semillas de especies
tropicales desconocidas flotando hacia el sur en las corrientes del
norte. Entre ellas, estaba la semilla del haba ?encada?, una semilla
tropical, hallada por una expedición sueca cerca de la bahía
Trurengerg. Gardner comenta: ?Esta semilla debió provenir del
interior de la tierra, pues viene de un árbol que sólo crece en
condiciones tropicales y hubiera sido desintegrada al flotar por
todo el mundo durante muchos meses. Tal sería el caso si
supusiéramos que vino de regiones tropicales del exterior del
planeta?.
Sverdrup encontró tantas liebres
alrededor de los 81 grados de latitud norte que un golfo rocoso
recibió el nombre de Haré Fiord (Fiord del conejo). También había
suficientes animales de caza para alimentar a todo el
grupo.
El Capitán Beechey vio tantas aves en
la costa oeste de Spitzbergen que el sitio retumbaba con sus gritos
desde al amanecer hasta la noche. Las pequeñas alcas eran tan
numerosas y se agrupaban tan cerca entre sí que a veces un solo
disparo mataba a treinta. Con un cálculo de dieciséis por metro
cúbico, podía haber alrededor de cuatro millones en total. Había
suficientes aves para oscurecer el cielo y su coro se oía a ocho
kilómetros de distancia. También había renos y patos. Distinguieron
cuatro variedades de gaviotas en el mar local, además de peces y
animales anfibios, desde la ballena gigante hasta los diminutos
?clios? de los que se alimenta; traga millones de ellos por
vez.
Franklin vio grandes cantidades de
gansos emigrando hacia el norte desconocido a una latitud elevada,
lo cual indica que hay tierra allí. Señala que no importa cuan lejos
hacia el norte va el explorador, siempre halla el oso polar
adelante, y siempre en camino al norte. A los 82 grados de latitud,
Kane encontró mariposas, abejas y moscas, además de lobos, zorros,
osos, gansos, patos, aves acuáticas y perdices. Todos los
exploradores observan un hecho extraño: los animales no emigran
hacia el sur para escapar del invierno del Ártico, sino hacia el
norte. El comandante McClure exploró Banks Land y encontró
cantidades inmensas de árboles arrojados en capas por la acción
glaciar que evidentemente los trajo del norte. En una barranca,
halló una pila de árboles apilados hasta una altura de trece metros.
Aunque parte de la madera estaba petrificada, otra parte muy grande
era de origen reciente. Estos árboles estaban mucho más allá de
donde suelen crecer. A Nansen le llamó la atención la madera
flotante que siempre se encuentra a lo largo de la costa de
Groenlandia. Dijo que la encontró hasta los 86 grados de latitud
norte.
Gardner dice que el testimonio unánime
de los exploradores sostiene que: ?Cuanto más al norte se va, más
vida animal se encuentra, una prueba absoluta de que existe un asilo
importante en el lejano norte, donde todas las criaturas se refugian
para reproducirse en paz y hallar comida en abundancia. Las
manifestaciones de vida vegetal también deben provenir de allí: el
polen coloreado de las plantas, que flota hacia afuera cuando hay
ráfagas favorables y que colorea icebergs enteros y los costados de
los glaciares y, más impresionante aún, los representantes de razas
de animales que aún viven en el interior, aunque hayan desaparecido
del exterior de la tierra (aquí, Gardner se refiere a los mamuts,
que se encontraron congelados en el hielo).
¡Qué verdadero paraíso de vida animal
y vegetal debe ser aquél! Tal vez también sea una tierra de paz y
tranquilidad perpetua para alguna forma de vida humana. El pueblo
esquimal que aún viva allí habrá sido modificado del tipo que vemos
en la superficie externa. Su vida será más fácil, ya que no tendrán
climas fríos y escasez de alimentos. Así como los habitantes de
algunas de nuestras islas tropicales, reflejarán la facilidad de su
vida en una disposición tranquila y afectuosa. Comerán muchas frutas
y otros productos vegetales desconocidos para nosotros. Cuando
penetremos en la tierra, encontraremos que crecen, casi en el borde
interno de la abertura polar, aquellos árboles cuyos troncos y ramas
se vieron flotando. Tal vez veamos nidos de patos, cisnes, gansos
salvajes y gaviotas en esos árboles o tal vez en rocas alrededor de
las regiones polares internas, las aves que vimos en las páginas
anteriores que volaban hacia al norte, que durante tanto tiempo de
ignorancia, supusimos más frío que el sur.
Ottmar Kaub al referirse a Nansen,
quien llegó más al norte que cualquier otro explorador, comenta lo
siguiente: ?Marshall B. Gardner tenía razón cuando escribió su libro
en 1920. El 30 de agosto de 1894, el doctor Fidtjof Nansen fue el
primer hombre de la historia que llegó al interior de la tierra. El
doctor Nansen se perdió y lo admitió. Se sorprendió ante el clima
tibio. Al hallar las huellas de un zorro, supo que estaba perdido.
¿Cómo podía haber una huella semejante allí? La explicación era que
había entrado en la abertura que lleva al interior de la tierra, y
que cuanto más al norte fuera, más cálido se tornaría el clima. De
haber seguido, habría encontrado no sólo huellas de zorro, sino aves
tropicales y otros animales y, por último, los habitantes humanos de
esta ?tierra más allá del Polo?. La misma tierra que recorrió en
avión el Almirante Byrd a lo largo de 2.740 kilómetros y que tanto
lo maravilló?.
EL ORIGEN
DEL MAMUT
Gardner sostiene que el mamut y las
criaturas parecidas a elefantes de origen tropical, que se hallaron
congelados en el hielo ártico derivado de agua dulce ?no salada,
como podríamos suponer, ya que es la única clase que hay allí? son
en realidad animales del interior de la tierra, que llegaron a la
superficie y fueron congelados. Es decir, que no son animales
prehistóricos como es la creencia común. En 1799, un pescador ruso
de Tongoose, Siberia, descubrió un elefante inmenso en perfecto
estado de preservación encerrado en un inmenso bloque de hielo,
claro como el cristal. Se creyó que era un animal prehistórico que
vivía en las reglones polares en una época previa, cuando había
clima tropical.
De acuerdo a la teoría presentada en
este libro, el elefante provenía del interior de la tierra, que goza
de un clima tropical, y fue congelado al llegar al exterior a raíz
del clima ártico. (De A Journey to the Earth?s Interior or Have the
Poles Really Been Discovered?, de Marshall B. Gardner.) .Esto halló
confirmación en la observación que realizó el Almirante Byrd de un
mamut vivo durante su vuelo de 2.740 kilómetros a la tierra más allá
del Polo Norte, dentro de la abertura polar.
Gardner sostiene que estos extraños
animales, desconocidos en la superficie, fueron transportados por
los ríos desde el interior de la tierra y congelados dentro del
hielo que se formó. Esta teoría parece muy razonable, en vista de
que es hielo de agua dulce, que no se encuentra en el Océano Ártico.
Puesto que el hielo, al igual que los icebergs, no pudo ser formado
por agua del océano, la única explicación es que proviene de otras
aguas, de ríos, que sale por la abertura polar desde el interior de
la tierra.
Ya que estos animales se encuentran
dentro de los icebergs, deben venir del interior de la tierra, al
igual que el agua que se transforma en hielo cuando llega a la
superficie con las temperaturas muy bajas. Gardner habla de rebaños
de mamuts y elefantes y otros animales tropicales que se congelan al
exponerse a las regiones más frías cerca del borde de la abertura
polar, al igual que ocurre con el agua que fluye desde el interior y
se convierte en glaciares. Otra explicación es que caigan en
hendiduras, tal vez ocultas por la nieve; entonces los cubriría la
nieve y quedarían sellados herméticamente en el hielo. Esto
explicaría la condición en que se encontraron los mamuts congelados,
después de que los glaciares pasaron por el borde de la abertura,
hacia afuera, a Sibería. Allí, estos animales congelados fueron
encontrados en un estado de perfecta conservación, lo
suficientemente frescos para poder ser ingeridos como
alimento.
Robert B. Cook habla de los restos no
sólo de los mamuts, sino también de rinocerontes peludos, renos,
hipopótamos, leones y hienas hallados en depósitos glaciares del
norte. Sostiene que estos animales, incapaces de soportar el tiempo
frío, eran visitantes durante la severidad del período glaciar o
residentes permanentes cuando el territorio tenía un clima más
cálido. Sin embargo, Gardner afirma que estos animales vinieron del
interior de la tierra. Su razonamiento es el siguiente: ?Puesto que
los renos, leones y hienas son formas de vida actuales y no tan
antiguos como el mamut ?por lo menos en la forma que conocemos hoy
en día, igual que lo que muestran estos restos? resulta evidente que
estos animales no eran de la época glacial temprana, sino visitantes
del interior de la tierra. Al no saber esto, el señor Cook tiene
grandes dificultades para explicar la presencia simultánea de estas
formas, que él cree son de épocas distintas. Sin embargo, este
enigma desaparece cuando vemos que estas formas de vida son
contemporáneas, y que ambas provienen del interior de la
tierra.
En el interior del estómago del mamut
se halló un alimento indigerible, que consistía en brotes de pino y
piñas. En otros, se encontró helechos y vegetación tropical. ¿Cómo
pudo un animal ártico tener alimento tropical en el estómago? Una
explicación es que la región ártica una vez tuvo clima tropical, y
que un cambio de la tierra con respecto a su eje produjo una Era
Glaciar en forma súbita. Eso transformó el clima.
Esta teoría explica tanto la
vegetación tropical en el estómago de los animales árticos
congelados como el hecho de que muchos de ellos eran de especies
tropicales, relacionadas con los elefantes. Se hallaron grandes
depósitos de colmillos de elefantes en Siberia, que son evidencia de
su hábitat en el norte. Sin embargo, existe otra teoría: que estos
animales tropicales llegaron desde el interior de la tierra, donde
hay clima tropical, por la abertura polar norte. Al llegar al
exterior ?el Ártico? se congelaron, porque no estaban acostumbrados
a un clima tan frío. Esta es la teoría que sostiene Ray Palmer, que
no acepta la idea de que estos animales murieron en épocas
prehistóricas como resultado de un cambio de la tierra con respecto
a su eje. Dice lo siguiente: ?Es verdad que la muerte debió ser
repentina, pero no porque el Ártico tenía un clima tropical que
súbitamente se volvió frío. La llegada veloz de la Era de Hielo no
fue la causa de muerte, sino que se debió al Ártico y pudo ocurrir
en cualquier momento, inclusive recientemente. No ha habido mamuts
en el mundo conocido desde la Era de Hielo, a menos que existan en
la misteriosa tierra más allá del polo, ¡donde miembros de la
expedición vieron uno con vida! Hemos tomado el mamut como una
evidencia moderna sensacional de que existe la misteriosa tierra de
Byrd, pero existen muchas pruebas menores de la existencia de un
punto de origen en alguna parte de las regiones del norte.
Enumeraremos algunos, y al examinar los registros de los
exploradores polares de los últimos dos siglos, el lector se dará
cuenta de que éstos no concuerdan con las conocidas áreas de
alimentos mencionadas anteriormente, aquellas zonas que rodean el
polo en el mapa de la actualidad.
Más información en este
PDF:
http://www.lailuminacion.com/temas/leonardo/Libros%20Varios/todalaverdad%20SOBRE%20LA%20TIERRA%20HUECA.pdf
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